Tomar esta decisión es un gesto de amor, no de renuncia.
Cuando un familiar mayor empieza a necesitar más apoyo durante el día —ya sea por salud, por seguridad o por bienestar emocional— es normal que surjan dudas. ¿Será buena idea llevarlo a un centro de día? ¿Se sentirá a gusto? ¿Cómo sé cuál es el adecuado?
En este artículo te damos algunas claves para ayudarte a elegir el centro que mejor se adapte a las necesidades reales de tu ser querido… y a las tuyas también.
1. Atención personalizada y trato humano
Más allá de las instalaciones o el horario, lo más importante es el equipo humano. Un buen centro de día cuenta con profesionales vocacionales, que no solo están formados, sino que saben tratar a cada persona con empatía, paciencia y respeto.
Pide conocer al personal, observar una jornada típica y ver cómo se relacionan con los usuarios.
2. Servicios adaptados a cada caso
No todos los mayores necesitan lo mismo. Algunos son bastante autónomos y buscan compañía y actividades. Otros requieren ayuda para las actividades básicas del día, supervisión médica o terapias especializadas.
Infórmate sobre qué servicios incluye la tarifa mensual: atención médica, fisioterapia, estimulación cognitiva, transporte, comidas, etc.
3. Cercanía geográfica
La ubicación es clave, tanto por comodidad como por la posibilidad de hacer visitas frecuentes o llevar y recoger al familiar si no se utiliza transporte del centro.
Lo ideal es un centro bien comunicado y cercano al entorno habitual de la persona mayor.
4. Actividades que suman calidad de vida
Un centro de día no debe ser solo un lugar de asistencia, sino también de crecimiento personal. Las actividades (manualidades, música, gimnasia suave, salidas, talleres de memoria…) son fundamentales para mantener cuerpo y mente activos.
Pregunta por el programa de actividades y cómo se adapta a cada usuario.
5. Instalaciones seguras y acogedoras
Las instalaciones deben estar adaptadas a personas mayores: sin barreras arquitectónicas, con buena ventilación, espacios amplios, luz natural y zonas diferenciadas para actividades, descanso y atención sanitaria.
Una visita al centro te dará una imagen clara del ambiente. Confía también en lo que sientas: ¿te transmite confianza? ¿te quedarías tú ahí?
Elegir con el corazón, pero también con información
En Grandevita lo sabemos: confiar el cuidado de un ser querido a otras personas no es una decisión menor. Por eso abrimos nuestras puertas a todas las familias que deseen conocernos sin compromiso, hacer preguntas y ver de primera mano cómo trabajamos.
Porque cuidar no es solo atender… es acompañar, comprender y dignificar cada etapa de la vida.